Este año el Perú cumple 200 años como república. Somos conscientes de que no es el mejor escenario para celebrar este bicentenario que venía con las mejores luces para muchos antes de la pandemia.
Sin embargo, el coronavirus desnudó a un Estado que era inconsistente en sus acciones, flexible ante la corrupción, débil institucionalmente, y con una precaria visión de un Estado moderno y eficiente al servicio del ciudadano.
Tenemos, por otro lado, a un ciudadano cansado de confiar en la clase política y que siempre le falla, que solo utilice su voto para llegar al poder y que posteriormente desconozca las propuestas ofrecidas. Quizá se podría decir que el país nunca ha tenido la liquidez que posee ahora. Tenemos un Estado que es sujeto de crédito en la comunidad internacional y que ha emitido bonos para que lo paguen las generaciones venideras. Todo esto no ha sido una causa para mejorar la realidad de los peruanos en la actualidad; por el contrario, este dinero se está invirtiendo en presupuestos poco lógicos que no están relacionados con las necesidades actuales del país.
Hoy más que nunca, en medio de todas las crisis que tiene el país, necesitamos que nuestros valores ciudadanos estén en vigencia para afrontar estas duras situaciones que nos han tocado vivir. ¿Qué significa que nuestros valores ciudadanos estén vigentes? En primer lugar, identificarnos que somos un país que tiene muchas posibilidades de desarrollo, pero que la administración del Estado ha sido deficiente, que la institución de la autoridad tan vapuleada y desgastada por nosotros mismos vuelva a ser la que conduzca nuestros destinos a través de una representación bien elegida. Significa también una ciudadanía que tenga convicciones democráticas y que, a pesar de los duros embates del autoritarismo y los regímenes encubiertos, que lo que buscan solo es capturar el poder para crear una oligarquía a favor de intereses que no tienen afinidad con los de la población, respete a sus instituciones, aunque parezca una tarea demasiado difícil. También debemos entender que los valores están en una ciudadanía que crea en la familia, aunque para muchos esta institución ya caducó. Sin embargo, la familia es la base para tener una sociedad sana cuyos integrantes sean personas comprometidas con el servicio a los demás. La lista podría ser más amplia pero considero que lo mencionado sería la base para que tengamos un país con valores ciudadanos.
Artículo publicado en Enero del 2021 , en el portal Laabeja.pe